lunes, 24 de mayo de 2010

cuidados paliativos, la muerte, el morir, los libros, los cuidados paliativos

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Artículo del cuerpo:
los pacientes del hospicio vienen a nuestro cuidado después de ser cortado, quemado, y envenenado. La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia son los métodos normativos de la atención para la mayoría de los pacientes que ingresan en una enfermedad potencialmente mortal. el personal del hospital están capacitados para ser agresivo en cuanto a la atención curativa.

El cuidado de hospicio es una fase de la atención mediante el cual un tratamiento agresivo ya no es apropiado. La atención paliativa se convierte en la norma. Los pacientes han sido investigados física, mental y emocionalmente. En muchos sentidos, los pacientes pueden ser reacios a cualquier tipo de cuidado más allá de las experiencias que llevaron a su médico de que el intercambio no se puede hacer más.

El propósito de este artículo es afirmar que mucho más se puede hacer. Nuestros médicos y enfermeras están entrenados para ayudar a los pacientes reciben medicamentos que estabiliza e incluso disminuye el dolor y el sufrimiento físico. Los trabajadores sociales están entrenados para ayudar a los pacientes y familias a lidiar con problemas emocionales, prácticos y jurídicos que rodean la pérdida y el dolor. Espiritual consejeros ayudan a la integración de bienestar emocional y un sentido de fe y esperanza más allá de la auto-conciencia.

Hay tres aspectos del proceso de duelo que quiero mencionar en este breve artículo:


El Corazón de la atención,

El Corazón de la Compasión, y

Un Corazón Despierto

Puesto que soy un consejero espiritual para los Cuidados de Hospicio, voy a tomar un enfoque espiritual a la atención de la pena.



El Corazón de la atención


El corazón de los centros de atención es la atención en las necesidades del paciente que está muriendo. Cualquier intento de mover a un paciente fuera de su auténtico carácter se convierte en una guerra de voluntades. Al escuchar y atender a una persona como él / ella es, estamos permitiendo que una persona muera de la manera que él / ella vivía. Nuestra capacidad de conocer a una persona en el amor incondicional le ayudarán a eliminar el deseo de ser plenamente conocida por el paciente. Aquí, se nos da la oportunidad de reunirse con él / ella en la gracia y la misericordia.

Los pacientes no son una enfermedad. Los pacientes que están despertando en el alma. María era una persona de carácter fuerte que no quería morir. Tenía una fuerte personalidad. Había muchos papeles que llevaba a cabo en la vida, y ella quería retener a todos ellos. Ella era una madre, amiga, esposa, entre muchos otros roles.

Unas dos semanas antes de que María murió, ella compartió conmigo en que se dio cuenta de dos identidades: una era su fuerte personalidad y la otra era una presencia de paz que no podía explicar. Cuanto más se acerca a María vino a su muerte, más se podría identificar con el deseo de paz sobre el sufrimiento. Esta identidad con su alma se hizo más atractiva para ella que vivir en un cuerpo que no hacía justicia a ella. Ella estaba despertando a su yo auténtico.

El Corazón de la Compasión


Un paciente moribundo se da por vencido tanto en su muerte que él / ella siente la tentación de aferrarse a lo que queda de su vida. Incluso si la celebración de los medios más dolor y sufrimiento, algunos pacientes tratan de hacerlo. Como cuidadores, debemos ser sensibles a este aspecto de un paciente proceso de dejar ir. Un paciente necesita apoyo y orientación a aprender simplemente a pasar de dejar ir (un acto de la voluntad) para dejar ser (de entrar en armonía con la propia muerte). Un cuidado que ofrece la persona entrará en el corazón de la compasión, dando un espacio paciente para participar en este proceso de pasar de "dejar ir" a "dejar ser".

Como una persona muere, su personalidad dará paso a su alma. En el proceso, un corazón se rompe. Este deseo de escapar de una dolorosa del cuerpo y abrazar la paz (uno es auténtico-yo) es complicada por el deseo de permanecer con los que él o ella ha amado. Esta tensión acumulada crea un camino que uno tiene que elegir dentro de ellos que trasciende la conciencia individual y colectiva. En esencia, se trata de una cuestión de supervivencia para el alma. Este camino se mueve hacia adelante a una persona el alma.

Los servicios fúnebres nos recuerdan, es el alma de una persona que nos acercan a enfrentar la muerte y no el cuerpo difunto. Estos servicios funcionan como un símbolo de la transición para el ser querido que ha muerto y los que reflejan en la vida del difunto. Una relación que una vez que se creó fuera de nosotros y en el cuerpo de otra persona ya no se aplica. Ahora, las relaciones con el fallecido son internas y totalmente dentro de nosotros la creación de un lazo invisible que une para siempre nuestra percepción de una calidad espacial dentro de nosotros de dibujo los que se quedan más en el alma.

Un Corazón Despierto


Un corazón despierto sabe que hay más vida que lo que aparece en la superficie.

Morir gente nos han llevado al lugar donde se forjan relaciones eternas en los aspectos más profundos de nuestra naturaleza. Es nuestra naturaleza de amar y sentir amor. Incluso el dolor tiene la capacidad de profundizar nuestro sentido de lo sagrado hacia aquellos que amamos.

Hace un año, me dio una charla para el Nacional de Hospicios y Cuidados Paliativos Organización en Los Angeles, CA. Yo había ido una semana. Cuando regresé, mi hijo menor me dio un gran abrazo. Yo lo extrañaba y que me extrañaba. Yo podía sentir, literalmente, llenar mi corazón con amor. De una manera real, mi alma se conmovió por el alma de mi hijo. Un corazón despierto sabe que este es el corazón de las relaciones.

En el paisaje del alma, lo que importa en la vida es cuestión NO. Cuando empezamos a mirar a través de nuestros ojos y no con ellos, entramos en una visión de la vida desde la perspectiva del alma. Insight, para ver desde dentro, nos permite encontrar la muerte con esperanza, con fe y con amor.

A medida que crecemos en nuestra capacidad de ver desde dentro, entramos en el corazón de pena. Esta emergencia de la naturaleza del alma nos sostendrá a través de la muerte y la vida - eterna. Que el Creador de todos nosotros nos dé fuerza para el viaje.

Samuel Oliver, autor de "Lo que la muerte nos Enseña: Crecimiento en la vida"

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