El hábito de Identidad

El hábito de Identidad

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Resumen:
En un famoso experimento, los estudiantes se les pidió que tener una casa de limón y para acostumbrarse a ella. Tres días después, fueron capaces de señalar "su" limón procedente de una pila de más similares. Parecían tener en régimen de servidumbre. ¿Es este el verdadero significado del amor, de unión, de acoplamiento? No podemos simplemente acostumbrarse a otros seres humanos, animales domésticos, u objetos?


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En un famoso experimento, los estudiantes se les pidió que tener una casa de limón y para acostumbrarse a ella. Tres días después, fueron capaces de señalar "su" limón procedente de una pila de más similares. Parecían tener en régimen de servidumbre. ¿Es este el verdadero significado del amor, de unión, de acoplamiento? No podemos simplemente acostumbrarse a otros seres humanos, animales domésticos, u objetos?

Formación del hábito en los seres humanos es reflexiva. Nos cambio y nuestro medio ambiente para alcanzar el máximo confort y bienestar. Es el esfuerzo que se dedica a estos procesos de adaptación que se forma un hábito. El hábito es la intención de impedir que la experimentación constante y la asunción de riesgos. Cuanto mayor sea nuestro bienestar, mejor funcionamiento y más larga es la que sobrevivimos.

En realidad, cuando nos acostumbramos a algo o alguien - que nos acostumbramos a nosotros mismos. En el objeto del hábito vemos una parte de nuestra historia, todo el tiempo y el esfuerzo que habíamos puesto en él. Es una versión encapsulada de nuestros actos, intenciones, emociones y reacciones. Es un espejo que refleja esa parte en nosotros que la costumbre en el primer lugar. Por lo tanto, la sensación de confort: realmente nos sentimos a gusto con nosotros mismos a través de la agencia de los objetos habituales.

Debido a esto, tendemos a confundir los hábitos de la identidad. Cuando se le preguntó quiénes son, la mayoría de la gente recurre a la comunicación de sus hábitos. Ellos describen su trabajo, sus seres queridos, sus mascotas, sus aficiones, o de sus posesiones materiales. Sin embargo, sin duda, todos estos no constituyen la identidad! Al eliminarlos no lo cambia. Son hábitos y hacer que la gente cómoda y relajada. Pero ellos no son parte de la propia identidad en el más verdadero, más profundo sentido.

Sin embargo, es este simple mecanismo de engaño que une a las personas. Una madre puede sentir que sus hijos son parte de su identidad porque ella está tan acostumbrada a ellos que su bienestar depende de su existencia y disponibilidad. Por lo tanto, cualquier amenaza a sus hijos es percibida por ella como una amenaza para su propio Yo. Sus reacción es, por tanto, fuerte y duradera y puede ser recurrente obtenido.

La verdad, por supuesto, es que sus hijos son una parte de su identidad de manera superficial. Al eliminarlos se convierten en una persona diferente, pero sólo en el sentido superficial, fenomenológica de la palabra. Sus profundos, la verdadera identidad no cambiará como resultado. Los niños mueren a veces y la madre no seguir viviendo, esencialmente sin cambios.

Pero lo que es este núcleo de la identidad que me estoy refiriendo a? Esta entidad inmutable que es lo que somos y lo que somos y que, aparentemente, no está influida por la muerte de nuestros seres queridos? ¿Qué se puede resistir a la ruptura de hábitos que son duros de matar?

Es nuestra personalidad. Esta difícil, vagamente conectados entre sí, interactuando, patrón de las reacciones de nuestro cambiante medio ambiente. Al igual que el cerebro, es difícil de definir o capturar. Al igual que el Alma, muchos creen que no existe, que es una convención ficticia.

Sin embargo, sabemos que tenemos una personalidad. Lo siento, lo experimentamos. A veces nos anima a hacer las cosas - en otras ocasiones, nos impide hacer ellos. Puede ser flexible o rígido, de carácter benigno o maligno, abierto o cerrado. Su poder reside en su flojedad. Es capaz de combinar, recombinar y permutan en cientos de maneras imprevisibles. La metamorfosis y la constancia de estos cambios es lo que nos da un sentido de identidad.

En realidad, cuando la personalidad es rígida al punto de ser incapaz de cambiar en respuesta a las circunstancias cambiantes - se dice que es desordenada. Uno tiene un trastorno de la personalidad cuando los hábitos de un sustituto de la propia identidad. Tal persona se identifica con su medio ambiente, teniendo señales de comportamiento, emocionales y cognitivas a partir exclusivamente de él. Su mundo interior es, por así decirlo, desocupado, su verdadero ser una mera aparición.

Tal persona es incapaz de amar y de vivir. Él es incapaz de amar, porque amar a otro primero hay que amarse a sí mismo. Y, en ausencia de un Ser que es imposible. Y, a largo plazo, es incapaz de vivir porque la vida es una lucha para alcanzar los objetivos múltiples, una aspiración, un disco en algo. En otras palabras: la vida es cambio. El que no puede cambiar, no puede vivir.